A más de 5 mil metros de altura, al interior de la Región de Antofagasta, ALMA, el mayor radiotelescopio del planeta, permite a astrónomos chilenos y extranjeros escudriñar en los orígenes del universo. A pocos kilómetros de ahí, el centenar de alumnos de la Escuela E-21 de Toconao reproducen en sus salas los procedimientos que los científicos usan para estudiar el mundo que los rodea. Además de conocer sobre agujeros negros, exoplanetas, galaxias y supernovas, los niños aprenden sobre estaciones del año, rotación de la Tierra, mareas, fases de la Luna y fuerza de gravedad, entre...